lunes, 17 de julio de 2017

“Crear música en tiempo real es improvisar, hacerlo en diferido es componer”, dice la profesora Maricel Totoricagüena

Un seminario que se enmarca "dentro de un objetivo general que es trabajar con todo lo que tenga que ver con la creatividad musical", ha explicado Maricel Totoricagüena, directora de 'Improvisación libre y creación musical a partir de músicas tradicionales del mundo', el monográfico que se ha clausurado hoy en Noja dentro del marco de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC). "Hay dos maneras de crear música, una en tiempo real y otra en tiempo diferido; crear música en tiempo real es improvisar, aunque hay que tener un bagaje para ello y crear música en diferido es componer", aclaró. 
Maricel insistió en que "la idea de este curso es la de improvisar" y hacerlo "desde dos facetas diferentes: una, desde lo que sería la música tradicional, donde hay ya unos códigos más cerrados, y la otra basada en la improvisación, en lo que a uno le sale de dentro".
La musicoterapeuta Érica Zisa, que ha participado en el monográfico, se centró en que los alumnos aprendiesen a improvisar utilizando conceptos gráficos. "Yo trabajo mucho con líneas, puntos, ondas, yo pienso en dibujos cuando improviso", aseguró, "aunque no sé si el sonido me evoca esos dibujos o son los dibujos los que me evocan el sonido".
Zisa, que también es profesora y directora de coros, aclaró que "no es necesario tener una buena base musical para improvisar". "Yo esto mismo lo trabajo con niños y responden muy bien porque tiene muchísima imaginación y no tienen prejuicios. Tener la cabeza amueblada, a veces, es un problema para romper esquemas", explicó.
Sobre este asunto, también insistió en que "hay mucha gente que lee música, lee partituras e improvisa estupendamente", pero "hay mucha otra que no, que les quitas la partitura y no saben tocar. Esa gente se encuentra con el problema de no tener nada delante y cuando no tienes nada, lo que tienes que hacer es escuchar mucho lo de fuera y lo de dentro".
En el seminario se ha trabajado con todo tipo de sonidos. "Aquí vale todo, todo puede quedar bien". "Cualquier persona que no sepa música, si está escuchando algo improvisado, también reconoce una nota atonal", dijo Zisa, "por eso vale todo pero entre comillas, porque vale todo lo que uno mismo elija poner". "Hay que trabajar mucho pero hay que funcionar sobre la marcha, no vale planificar lo que uno va a incluir en la composición, eso no sería improvisar", explicó.
La artista trabaja con el sonido "como si fuese un objeto plástico, como si fuese arcilla, barro, colores" pero "el primer trabajo que hay que hacer a la hora de improvisar es explorar la voz y a ello les animo a los alumnos, para que vean con qué cuentan a la hora de improvisar".
Durante las clases, Zisa confesó a los participantes que este concepto a la hora de entender la música llegó tras su descubrimiento de la música contemporánea. "Empecé a estudiar música a los diez años pero hasta los quince no escuché por primera vez música contemporánea. En ese momento me quedé desorbitada y me sentí engañada porque a mí me costó mucho hacer la carrera de música, no terminaba de encajar", contó.

via:unican
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