lunes, 18 de septiembre de 2017

LA ESQUINA DEL BLUES Y OTRAS MÚSICAS: 39 Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez

Del 22 de septiembre al 15 de octubre tendrá lugar la XXXIX edición del Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, en el que se ejecutarán 160 obras de 156 compositores, de los cuales 97 son  mexicanos y 59 de otros países.


El foro estará conformado por 33 programas y 35 conciertos que se verificarán en diferentes sedes de la Ciudad de México entre las que puede citarse el Museo Nacional de Arte, la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el Laboratorio Arte Alameda, el Teatro Julio Jiménez Rueda, el Conservatorio Nacional de Música, el Centro Nacional de las Artes, el Museo Universitario Arte Contemporáneo, la Universidad del Claustro de Sor Juana, la Sala Nezahualcóyotl, El Colegio Nacional, la Casa Universitaria del Libro, el Instituto Goethe, la Iglesia de San Agustín y el Centro Cultural Ollin Yoliztli, en la Ciudad de México, así como las ciudades de Morelia y Torreón. El Foro Manuel Enríquez, cuyo objetivo consiste en mostrar un panorama de lo que sucede actualmente en la música de concierto, permitirá escuchar 160 obras, 28 estrenos mundiales y 33 en México.
Para esta edución participarán agrupaciones nacionales e internacionales que interpretarán piezas de 97 compositores mexicanos y 59 extranjeros procedentes de Estados Unidos, Francia, España, Argentina, Alemania, Italia, Uruguay, Japón, Reino Unido, Costa Rica, Grecia, Canadá, Brasil, Marruecos, entre otros.
Asimismo, participarán la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, la Camerata de Coahuila, la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y la Orquesta Escuela Carlos Chávez, el Quinteto de Alientos de la Ciudad de México, el Cuarteto Arcano, el Cuarteto José White, Liminar, y Ónix Ensamble, del ámbito nacional y como representantes internacionales actuarán el Ensamble Tropi, de Argentina, y Kammerensemble Neue Musik Berlin, de Alemania.
Se dio a conocer que en el marco de esta celebración de música nueva, los compositores mexicanos Mario Lavista y Víctor Rasgado estrenarán en México las piezas: Cristo de San Juan de la Cruz y la ópera Anacleto Morones, respectivamente. La interpretación de esas obras estará a cargo del Ensamble de Música Contemporánea del Conservatorio Nacional de Música y alumnos de la Facultad de Música de la UNAM estrenarán la obra de Mario Lavista, el lunes 25 de septiembre, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Al respecto, su autor explicó que  esta pieza “es un homenaje a Salvador Dalí que no se ha estrenado en México. Se estrenó en 2004 en el Festival de Granada para que lo tocara un ensamble de Alemania y celebrar el Centenario del Natalicio de Dalí. Son tres adagios religiosos (Una rosa en el alto jardín…, El espejo redondo de la luna, y Siempre la rosa), en los que hay una especie de metáfora por la conversión al catolicismo que tuvo el pintor en los años cincuenta”,
Los títulos de los adagios fueron tomados del poema La oda a Salvador Dalí, de Federico García Lorca, que fue un amigo muy cercano al creador español.
Respecto a la ópera Anacleto Morones del compositor Víctor Rasgado, su presentación será realilzada por el Ensamble del Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic), el domingo 8 de octubre en el Teatro Julio Jiménez Rueda y en ella intervendrán cantantes del Estudio de Ópera de Bellas Artes. Esa obra también se ejecutará el jueves 12 de octubre en el Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato, en el marco del proyecto OM21.
Esta ópera fue estrenada en 1994 en Spoleto, Italia, a raíz de un concurso de composición de música de cámara y su composición fue iniciada en 1990 bajo el tema de celebrar los 500 años del descubrimiento de América. Se trata de una ópera bufa, basada en el cuento homónimo de Juan Rulfo, y que será presentada en una versión más extensa de 120 minutos de duración.
La inauguración del XXXIX Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez será el viernes 22 de septiembre, con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes y la clausura se realizará tres semanas después, el domingo 15 de octubre en el Conservatorio Nacional de Música con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, que interpretará una obra de Rodolfo Halffter en su 30 aniversario luctuoso.
Por Sandra Redmond

Usa el poder de la música para acercarte a los demás

Una de las cosas que más afecta nuestro estado natural es la música. Los estudiosos de la neuromusicología, una nueva ciencia —al menos para mí—, analizan cómo la música actúa en nuestra mente.


¿Alguna vez has sentido que tu pecho vibra con los tonos del bajo, se te ha erizado la piel con las notas altas o te has entregado al baile y el movimiento sin que te preocupe el qué dirán? Tony Andrews es el creador de lo que llama el “momento audio”, que consiste en un instante de absorción total mediante el sonido.
“Ése es el punto —explica Andrews para el libro “Stealing Fire”—, cuando te envuelves por completo en la música, cuando de repente te das cuenta de que el sonido te ha transportado a otro lugar y te conectas más contigo mismo”.
La intención de transportarnos a otros estados de conciencia por medio de la música ha existido desde siempre.


La Universidad de París descubrió que la colección más grande de pinturas neolíticas se encuentra a un kilómetro de profundidad. ¿La razón? La acústica. Quienes las pintaron utilizaban la reverberación de las cuevas para expandir mágicamente el sonido de sus voces y cantos. Lo mismo podríamos decir de las iglesias o catedrales que desde los griegos, pasando por la Edad Media, fueron construidas para funcionar como subwoofers gigantes (especie de altavoces para reproducir frecuencias graves muy bajas) para los tubos de los órganos. ¿La intención? Elevar el estado de conciencia de la concurrencia.
“En todas las sociedades —explica el neurólogo Oliver Sacks en el periódico Brain—, una de las funciones primarias de la música es crear una comunidad, reunir y unir a las personas. Uno de los efectos más dramáticos de la música es que induce a estados alterados de conciencia… Trances, cantos y bailes extáticos, movimientos salvajes y llantos, quizá un balanceo rítmico, rigidez catatónica o inmovilidad…. es un estado alterado profundo que por lo general se facilita en grupos o comunidades”.
La neuromusicología ha detectado que con la música las ondas del cerebro descienden de beta alta del estado normal despierto, a rangos de alfa y theta, correspondientes con estados meditativos e inductivos de trance. Otro punto interesante es que el nivel de las hormonas de estrés decae, mientras que los químicos del bienestar, dopamina, endorfinas, serotonina y oxitocina repuntan, como lo afirman los autores Steven Kotler y Jamie Wheal.
El poder de la música es tal, que cuando estamos en un concierto masivo nuestras ondas cerebrales se extienden y empatan tanto con las vibraciones de los otros, como con el ritmo de la música. Lo cual conecta a todos de manera muy poderosa.
En una casa, las personas escuchamos diariamente alrededor de cuatro horas y media música en promedio, según la compañía Apple y el fabricante de bocinas Sonos, que hicieron un estudio sobre el profundo poder de la música. Para monitorear qué hace la gente mientras escucha música, equiparon 30 casas con bocinas Sonos, relojes Apple, cámaras Nest y iBeacons, una tecnología inalámbrica que se basa en conectar todo vía bluetooth.
Cuando la música sonaba, la distancia entre los habitantes del hogar disminuía 12%; las oportunidades de cocinar juntos aumentaban 33%; de reír juntos, 15%; de invitar a otros a asistir, 85%; de decir “te quiero”, 18 por ciento; y, lo más revelador, de tener sexo, 37%.
Interesante, ¿no? Momentos audio, ¿por qué no procurarlos más en nuestro entorno?


Via :GabyVargas Escritora

miércoles, 13 de septiembre de 2017

"LA MÚSICA ES VIDA"

Nietzche consideraba que «sin música la vida sería un error». Bono (U2) asegura que «la música puede cambiar el mundo, porque puede cambiar a las personas». Pero a mí, que no concibo escribir si no es escuchando música, me da que se ha perdido una generación, aunque la música, ¡pese a la Sociedad General de Autores!, sigue viva. Y se ha perdido una generación porque -según mi criterio- hay estilos que no han aportado mucho -por no decir que nada-, pese a que reconozco que hay legiones de chavales -y no tan chavales- que se «desparraman» cuando escuchan los primeros compases de, por ejemplo, una copla de Luis FonsiEnrique IglesiasPitbulJuan Magán y toda esa «troupe», incluidos los autodenominados DJ's, como PaquirrínFonsi Nieto o Paris Hilton, que son más horteras que un «Seat 600 con cortinas, cojines de ganchillo y el perrico que mueve la "cabesa" en la bandeja trasera». ¡No hay parto sin dolor ni hortera sin transistor!.

Siempre se ha dicho -y con buen criterio- que BeethovenMozartBeatles o Elton John, entre otros, marcaron un antes y un después en la música. «El sordo» Beethoven afirmaba que «la música es una revolución mayor que toda la sabiduría y la filosofía» y Andersen decía que «donde no llegan las palabras, la música habla». Pese a que en su momento fueron movimientos revolucionarios -como el «mod» o el hippie- creo que -lo siento Langui- el rap, hip-hop o reggaetón han aportado poco a la música y pasarán a la historia sin pena ni gloria, aunque hay gente que marcó -y marca- época y tendencia en cada uno de estos «palos», como Jay Z -marido de Beyonce- o Eminem. Los Luis AguiléGeorgie DanKarina o Rafaella Carrá modernos podrían ser ShakiraBaute o Pau Rubio. ¡Hay gente «pa» to!.
Kurt Cobain (Nirvana) afirmaba que los escritores que conocía «preferían ser músicos». Tolstoi decía que «la música es la taquigrafía de la emoción» para dejar patente los estados emocionales. Jacques Kerouac aseguraba que «la única verdad es la música». Jim Morrison (The Doors), que pensaba que -como decía mi abuelo Manuel- para morirse había que morirse harto, entendía que «la música hincha el temperamento». ¡Y vaya si se lo hinchó; el temperamento!.
Hay cosas con las que uno alucina porque, pese a que, hablando, no nos entendamos con gentes de otras latitudes y etnias, la música se convierte en «lenguaje universal». Según Bob Marley «cuando la música te alcanza no sientes dolor», aunque no sé si lo dijo antes o después de «chafarse» una trompeta de «maría». El Nobel Bob Dylan dice que, tanto en su música como en su vida, acepta el caos, «aunque no estoy seguro de que éste me acepte a mí». Hasta nuestro Miguel de Cervantes consideraba que «la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu».
Hay muchas frases/máximas de literatos, músicos o filósofos, pero me quedo con uno que marcó a varias generaciones, John Lennon. El ex Beatle se ha convertido en un icono no sólo de la música, sino para una juventud que vio -¡y ve!- en él una filosofía de vida. Lennon compuso -ahora se ha reconocido la coautoría de la copla a su viuda, Yoko Ono- «Imagine». «Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros y el mundo sea uno sólo», decía el ex Beatle, que nos invitaba a imaginar «un mundo que viviera el día a día», «sin países» -ni siquiera la República Catalana-, sin «nada por lo que matar o morir», «sin religión» y «viviendo la vida en paz». Y añado, sin extremismos ideológico-religiosos que no conducen a nada. John, a quien un loco le descerrajó cinco tiros en la puerta de su casa, abogaba por darle «una oportunidad a la paz», porque «todo lo que necesitas es amor», pero, en contra de lo que propugnan JesucristoMahomaGhandiMartin Luther KingTeresa de Calcuta, el Papa o el Dalai Lama, nos hemos empeñado en cargárnoslo todo. ¡Y vaya si nos lo estamos cargando!. ¡A poco que nos den un poco de cuerda lo ponemos «to» patas arriba, porque para eso, para joder la marrana, nos pintamos solos y no «nesesitamos» a «naide»!.
Si la música es vida, ¿por qué no seguimos esa máxima, aunque la música no sea una filosofía de vida?. Si la música es vida, ¿por qué nuestros políticos -los de casa- no se meten un chute de CeciliaSerratManzaneroAtahualpaSabinaCarlos PueblaJoan BáezVioleta ParraPablo MilanésSilvio RodríguezVíctor JaraAuteCohenLluis LlachPaco IbáñezPavarottiIl Divo o Mercury, se relajan y empiezan a trabajar para el pueblo?, porque os habréis «dao» cuenta que pasan más tiempo peleándose entre ellos, ¿verdad?. ¿Por qué no tienen en cuenta que su «vida pública» tiene fecha de caducidad -cuatro años- y que los ciudadanos -a quienes no sirven- volverán a darles su confianza -¡o no!- por lo que han hecho, no por sus disputas?. Hasta en el poblado de Asteríx había un bardo, Asurancetúrix, que desafinaba como un «condenao», pero que alegraba la vida a sus convecinos. La música es vida y, como decía Peret, en su copla «Canta y sé feliz», ¡es preferible reir que llorar!.
Via:diarioinformaciom.com / por:Valentin Medina M.

La música le abre camino; un invidente sin limitantes

Robert perdió su vista a los 17 años de edad, aprendió a tocar saxofón, a través del cual obtiene ayuda de la gente para sobrevivir, ahora su meta, es estudiar una licenciatura
A sus diecisiete años Robert perdió su vista, sin embargo, estar discapacitado no ha sido una limitante para seguir adelante.Sin poder ver, estudió música en la Escuela de la UAS y aprendió a tocar el saxofón, instrumento musical que es su compañero, parte de su vida.
Con un bastón en una mano y el estuche para guardar el saxofón en la otra extremidad, Robert se abre camino en la vida.Tocando el instrumento busca que los transeúntes lo apoyen con una moneda que servirá para sobrevivir.Esa moneda el día de mañana también lo ayudará para transportarlo a la Facultad de Derecho donde pretende ingresar.
"Yo aspiro a algo más, algo mejor, algo remunerado, si Dios me permite estudiar Derecho", señala.
Este año terminará la preparatoria, la cual cursa en el Cebtis 224 y en 2018, se visualiza en un aula estudiando la licenciatura de leyes.Derecho Familiar o Derecho Internacional, quiere especializarse en un futuro cercano.
Mientras de su saxofón salen notas que atrapan, Robert también capta comentarios inconscientes de ciudadanos.Cuando pasan por un lado de él, le ha tocado escuchar que la gente murmura "qué hará con ese dinero", "aquí está otra vez", "por qué no lo quita una autoridad".Comentarios que lejos de tumbarlo emocionalmente, lo levantan, sigue tocando, y su mente siempre hacia adelante.
"Lo que no te destruye, te edifica", indica.
Es foráneo, no dice de qué estado, sólo precisa que desde 1985 vive aquí.
A finales de 1994, cuando tenía 17 años, perdió su vista por diversos factores. Nació prematuro ocasionándole un problema en su vista. Después hubo desprendimiento de retina y posteriormente glaucoma.


En sus primeros 17 años era débil visual, podía caminar, sin utilizar un bastón.
Cuando tenía algunos seis años, siempre estaba acompañado de algún juguete, ya sea un armónica o una tambora. A esa misma edad vio en la tele cómo alguien tocaba saxofón, le gustó la música que se emitía.En 1994 cuando estudiaba flauta transversal, escuchaba a su maestro Julio Nevárez tocar magistralmente el saxofón.
"Pensé yo, me dije a mí mismo: algún día seré como Julio Nevárez", recuerda.
Cuando estudiaba, el maestro "Chino" Flores les enseñaba que un músico debía saber actuar para poder transmitir lo que está interpretando y si no, la persona debía irse a su casa.
"Ser invidente no es impedimento para caminar, para salir adelante", señala.
El no conseguir trabajo en las ferias del empleo que organizaba gobierno lo llevó a tocar saxofón en la calle, al principio le daba pena, hoy ya no tanto.Con el saxofón puede tocar blues, baladas, bolero, rancheras, cumbias, duranguense. En lo personal, manifestó, no tocaría duranguense ni música ranchera, música que no va para un instrumento tan elegante.
De lunes a sábado trabaja normalmente de 09:00 a 13:00 horas, y si el calor no es fuerte, le sigue, añadió.
ASÍ LO DIJO
"Ser invidente no es impedimento para caminar, para salir adelante"
"Yo aspiro a algo más, algo mejor, algo remunerado, si Dios me permite estudiar Derecho"

VIA: NOROESTE.COM
Claudia Beltrán

lunes, 4 de septiembre de 2017

"Lo único que no olvida el cerebro es la música"


Nadie discute los múltiples beneficios de la musicoterapia porque como medio terapéutico es más antigua que la propia música. Este método puede activar todas las áreas cerebrales de forma simultánea y esta característica convierte a la musicoterapia en una herramienta útil.  Además, ha resultado ser efectiva en  programas de rehabilitación y educación. Marcelo Ortiz, músico y compositor ecuatoriano, estudioso de la etnomúsica, regresó al país luego de una larga estadía en Canadá, con el objetivo de impulsar la musicoterapia en el país. 

¿Cuándo se involucró en este campo? 

Tomé conciencia de la musicoterapia  en Canadá cuando realicé mis estudios musicales en las universidades de ese país. Tengo, además, estudios de cuarto nivel en la interpretación de piano y con el transcurso del tiempo me  interesé mucho en la música de tradición europea. Lo que se llama comúnmente la música clásica y en la música de los pueblos (la etnomusicología). Por consiguiente, me interesé en Ecuador y América Latina, en general. Antes de que dejara Ecuador fundé, junto con mi hermano, quien también es pianista, una escuela de música para niños. 

 ¿Cuál era el propósito?

 Bueno, tengo que comentarle que sin tener mayor experiencia y conocimiento, porque era empírico lo que hacíamos, logramos acercar la música hacia la educación y el aprendizaje en los niños con un enfoque hacia la terapia. Entonces, lo aplicamos a finales de la década de los ochenta en las clases que impartía en Canadá. Luego emprendí  investigaciones sobre la musicoterapia en ese país. 

¿En qué países se ha desarrollado más la musicoterapia?

 En Francia, Canadá y Argentina. Estos tres países se han especializado en este campo y han profundizado en el conocimiento de la influencia de la música en el cerebro humano para mejorar determinados aspectos. ¿Cuáles? Por ejemplo, trabajé durante mucho tiempo con niños autistas. Se sabe que el autismo no es uno solo, sino que depende de cada una de las personalidades del paciente. Entonces, la música ayuda a calmar la convulsión interior que produce, de modo que se pueden usar ciertas armonías y  notas que producen un efecto anestésico y psicológico. 

¿Qué notas serían? Por ejemplo, la escala de sol menor, que se utiliza con un cierto esquema terapéutico y produce un efecto instantáneo de tranquilidad interior. 

¿Cuántas sesiones tienen que tomar los niños para ver los resultados? 

Es un tiempo indefinido, pero se supone que un niño autista puede hacer un grupo de sesiones que van desde dos o tres veces por semana hasta tener un resultado que se establece cuando el paciente se comunica con el mundo exterior. Además, es necesario realizar una evaluación del paciente que determine la severidad de su caso y establecer un protocolo de intervención. En otras palabras, no existe un número determinado de sesiones ya que cada persona es diferente. Los resultados pueden ser muy rápidos y otras veces muy lentos. Lo que sí se puede constatar casi inmediatamente es su capacidad de control y su exploración sensorial con el mundo exterior.

 ¿La musicoterapia también funciona para las personas que sufren ansiedad y depresión? 

Claro que sí. Además, hay que indicar que la musicoterapia es prácticamente desconocida en nuestro medio y diría yo, hasta cierto punto en el mundo entero, por el hecho de que tenemos acceso a la música de una forma mucho más directa, rápida y sin costo alguno. Porque cualquier persona puede acceder al tipo de música que desea. Por ejemplo, si estoy intranquilo elijo determinados ritmos; si estoy nervioso escucho otros. La musicoterapia tiene una función diferente como un masaje terapéutico, como la terapia por los colores o la terapia por el arte.

¿En las personas de la tercera edad también tiene efectos benéficos?

La musicoterapia se aplica a todos los problemas neuronales que una persona puede presentar. En relación al alzhéimer incluso, se ha descubierto que lo único que el cerebro no olvida es la música.

¿Por qué? 

Porque cuando existe una formación musical desde temprana edad, se desarrollan, en el cerebro, una suerte de protuberancias que están identificadas para cada actividad que la música necesita. Para el ritmo se desarrolla una determinada sección del cerebro; para el timbre otra; para la memorización de sonido, una diferente, etc.

¿En Ecuador hacen falta más especialistas en este campo?

Sí, y además en diversas partes del planeta la musicoterapia comienza a adquirir mayor relevancia. Ciertos centros de salud en Canadá tienen asignado a un musicoterapeuta que visita los hospitales, semana tras semana, para determinados trabajos con personas o pacientes.Puedo contar una anécdota sobre este tema: es tal el efecto de la musicoterapia  que en los años ochenta había un musicoterapeuta que iba, con regularidad, a un hospital en Montreal. Iba todas las semanas para tocar un poco de música a un paciente que estaba en coma desde hace 10 años. A las pocas semanas, el paciente se despierta y el musicoterapeuta se le acerca para preguntarle si tenía conciencia de que estaba tocando para él. Entonces, el paciente le contestó: claro, sí. Me acuerdo perfectamente y es por eso que me desperté, porque tu música ya me cansó. Es una anécdota real.

¿Qué instrumentos utilizan los musicoterapeutas?

Cada uno utiliza el instrumento que más le conviene o que más conoce. Yo utilizo un grupo de instrumentos de percusión, como los aerófonos, los xilófonos y el piano. A mi criterio, este último es uno de los más flexibles en la aplicación de una terapia musical, ya que al ser un instrumento híbrido ofrece la posibilidad de explorar estructuras musicales. Además, la persona puede memorizar el teclado y diferenciar entre teclas negras y teclas blancas, lo que facilita su exploración musical por medio de la improvisación. (I)  



Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO
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